Estos libros tienen «pieles» (cubiertas pintadas por mí), y sus títulos y contenidos permanecen ocultos. Es una llamada desde el borde para atreverse a entrar y descubrir las historias que hay dentro. Ese día, Jose vendió todo y la gente se interesó por su historia.

"Recaudé lo suficiente para enviar algo de dinero a mi hija y comprarme una campera", dice al irse.